Rust, el videojuego de supervivencia que despegó su popularidad en los últimos dos meses, aún sigue siendo el principal tema de conversación de creadores de contenido y jugadores. ¿Por qué todos juegan Rust? En esta nota te revelamos el principal motivo.
Como todos los videojuegos de supervivencia, Rust posee varias características que necesitan de una atención diaria para que la campaña progrese. El jugador es liberado desnudo en la costa de una isla, y su objetivo, en un principio, es sobrevivir. Para lograrlo, tendrá que conseguir telas para crear prendas, comida para alimentarse y materiales para manufacturar un arma, una herramienta de trabajo o construir un primer refugio. Eso sí, la dificultad es elevada, por lo que creamos dos guías con los mejores consejos para el videojuego.
El progreso en Rust depende enteramente del jugador. No hay un final estricto en su campaña, sino que se busca dominar la vida en la peligrosa isla mientras se satisfacen las necesidades del personaje en condiciones extremas. Sin embargo, hay algo que es fundamental para que la supervivencia cambie completamente la experiencia de juego, y es la unión entre varios jugadores, formando una suerte de clan.
En Rust, es común observar clanes que viven en refugios gigantes con decenas de personas, las cuales se organizan todos los días para salir a recolectar alimentos, telas, materiales de construcción, munición u otros elementos. Esto no solo facilita la partida, sino que se convierte en una gran excusa para jugar: Rust es excelente cuando invitas a más de un amigo a progresar junto a vos.
El principal motivo por el cual todos juegan Rust
Una cosa es que un grupo de amigos desconocidos decidan jugar Rust por su apartado cooperativo, pero otra muy distinta es que el mundo haga lo mismo. ¿Por qué todos juegan Rust? La mención de su componente cooperativo no es en vano, puesto que el principal motivo por el cual todos juegan Rust es que los creadores de contenido del globo entero (Norteamérica, Europa, Asia, LatAm) se unieron entre los más populares para crear un servidor privado y crear sus propias partidas allí.
El ejemplo más conocido es Egoland, servidor en el que juegan decenas de creadores de contenido español diariamente. Los usuarios pueden visualizar el progreso de varias personas en la isla, aunque lo más interesante es cuando algunos se cruzan entre sí, generando que un mismo hecho tenga distintos puntos de vista. Rust brinda infinitas posibilidades de avanzar en su partida, algunas mejores que otras, y entre más de 30 creadores de contenido es imposible que el entretenimiento escasee.
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