Watch Dogs 2 – Reseña

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El creciente Big Data nos controla como títeres. La Red Digital reúne todos nuestros datos en un solo lugar: aficiones, trabajo, amigos, conversaciones, compras, navegación en internet. Todo ello se vende a las grandes empresas del mundo para ofrecer servicios adecuados a nuestras vidas. Lo que creemos que es autónomo, en realidad es sesgado por superiores a los que nunca le veremos la cara. Análisis sin spoilers de Watch Dogs 2, un videojuego que acentúa cada uno de estos hechos y los lleva a una narrativa que equilibra el mensaje político y el humor, que a partir de ahora, caracterizaría a la franquicia.

De Chicago a San Francisco, el ctOS está en todos lados

En 2013, Chicago instaló el ctOS, un sistema que recopila información de los ciudadanos y conecta una gran cantidad de dispositivos, logrando aumentar la eficiencia de los productos, teniendo como consecuencia una vida más placentera. El ctOS fue un éxito. Las clases dominantes (la corporación Blume a la cabeza) pasaron el sistema de vigilancia de Chicago, al resto de Estados Unidos.

Con la psicopolítica digital a su máximo nivel, aparece DedSec, un grupo de hackers que en la primera entrega tuvieron sus momentos brillantes, más no fueron el foco de atención. Ahora sí, pues a través de Marcus, el personaje principal de la campaña, formaremos parte de este grupo revolucionario para hacer un intento (o varios) de tirar abajo el sistema.

Si hemos jugado al primer Watch Dogs, descubriremos en la primera hora de juego que esta entrega es completamente distinta. No solo por el enfoque político de la narrativa, sino por la calidad de las cinemáticas, el carisma de los personajes y el divertido carácter de las misiones. Hay buena música, situaciones variadas y una trepidante acción heroica que se repetirá en cada misión, logrando una campaña divertida e interesante en más de un momento.

Lo destacable de Marcus, es su agilidad. Siendo el protagonista principal de la aventura, esto nos viene como anillo al dedo. Con él, podemos realizar parkour para sortear obstáculos de manera rápida, además de contar con una buena cantidad de objetos para afrontar las misiones de la manera que consideremos adecuada. Obviamente, lo mencionado se complementa con la mecánica más destacable de Watch Dogs: nuestro Smartphone. A través de este, podemos hackear semáforos, explotar cañerías, acceder a cuentas bancarias, abrir puertas, controlar vehículos de manera remota, etcétera. Con respecto a la primera entrega, el hackeo en Watch Dogs 2 no pega un gran salto, pero mantiene todo lo que nos encantó. Por otro lado, se añadieron nuevas funciones. Para ilustrar un ejemplo, ahora el Smartphone de nuestro protagonista puede ser utilizado completamente, pudiendo instalarle un puñado de aplicaciones, aunque todas apuntan a simplificar la complejidad del juego: un GPS, una app de misiones, una app de árbol de habilidades, otra para pedir un vehículo a nuestra posición, etcétera. La que sí podría desligarse de todo carácter argumental, es la app de música, en la que podemos seleccionar cualquier composición musical para acompañar la aventura.

El progreso en las habilidades de Marcus se da a través de una red de habilidades, la cual iremos completando a medida que ganamos puntos (simbolizados por cantidad de seguidores en redes sociales, relacionados con la trama). Con estos, podremos mejorar nuestras opciones de hackeos, así como aumentar nuestra capacidad de combate. En ocasiones, el progreso podría ser bloqueado por la necesidad de obtener un objeto, ubicado en posiciones fijas del mapa.

Watch Dogs 2 presenta más de una forma de encarar una misión

Si bien las misiones en Watch Dogs 2 pueden completarse de la manera que consideremos correcta, o sea, con sigilo o puro combate, éste último no termina de cuadrar en la experiencia que transmite el videojuego. No solo porque en la narrativa, sería inadecuado plantarle cara al sistema asesinando a cientos de hombres por manzana, sino que entorpece la aventura. Todo se vuelve monótono y en ocasiones, ridículamente difícil. Las misiones no parecen haberse estructurado para completarlas a los tiros, sino más bien, con sigilo.

Y es que en el sigilo es donde Watch Dogs 2 se hace un videojuego tremendamente disfrutable. Tendremos que pensar la forma de entrar al punto caliente, y una vez dentro, hacer lo posible para que no nos detecten. La pistola eléctrica y nuestros dispositivos electrónicos serán clave para cumplir el cometido. La variedad en el sigilo se expande en un abanico maravilloso, donde en el momento que se nos presenta un guardia, podemos hackear sus datos para que la policía lo lleve detenido, crear una guerra entre facciones, o simplemente, distraerlo y pasar rápidamente por sus espaldas.

La variedad del contenido principal no puede con algunos fallos del guion, en el que la presencia de algunos personajes se hace inocua y ciertas misiones parecen haberse introducido con calzador. En el terreno del contenido secundario, Watch Dogs 2 ofrece una densa cantidad de misiones para realizar a lo largo de todo San Francisco. No todas ellas valen la pena, aunque podríamos destacar alguna que otra. Además, se suma el multijugador, donde se nos permite incursionar ciertas misiones con un amigo.

San Francisco está muy bien recreada, pero no hay un fuerte impulso de exploración

Otra de las falencias de Watch Dogs 2 radica en el mapa de San Francisco. Una ambientación muy bien recreada la cual invita a más de un paseo por sus esquinas. Sin embargo, la mayor parte de las acciones se realizan a través del Smartphone y el uso del viaje rápido, desechando el factor exploración. De todas formas, si nos agarra un impulso por recorrer San Francisco, nos daremos cuenta de la ausencia de grandes eventos aleatorios que nutran de vida a la ciudad.

En cuanto al rendimiento, el videojuego podría sufrir alguna que otra ralentización, más no son para nada significantes. El problema más grande se presenta en los tiempos de carga, insoportablemente extensos en varias ocasiones. El juego requiere cargar antes de una cinemática o en el reinicio de un punto de control cercano. Agota la paciencia y termina arruinando la experiencia. Por otro lado, debo destacar el hecho de que la inteligencia artificial ha entorpecido más de una situación.

Valoración
3.5/5

Watch Dogs 2 viene a refinar los conceptos propuestos por su primera entrega. Hay mejoras en la jugabilidad y sobre todo en la narrativa, donde se equilibran los momentos de humor y seriedad, caminando sobre hielo delgado. Lo mejor de la trama es que nos abre las puertas a cuestiones invisibilizadas del mundo digital y el Big Data en el que nos encontramos sumergidos. A pesar de la presencia de algún que otro error, Watch Dogs 2 es un buen videojuego.

  • Algo positivo a destacar: su narrativa, tiene momentos de humor y seriedad, pero sobre todo nos deja un buen mensaje; hay un refinamiento en cada faceta.
  • Algo negativo a destacar: el combate podría haberse omitido y no nos dábamos cuenta; los tiempos de carga; el contenido secundario no aprovecha completamente a San Francisco; la IA entorpece más de una misión; algunos personajes y misiones principales son intrascendentes.
  • Duración: alrededor de 20 horas.
  • Rendimiento: tiene algunos bajones de frames en consolas, es más estable en PC.
  • Modo en línea: sí, cooperativo y competitivo.
  • ¿Debo jugar Watch Dogs 1? Podría ponerte en contexto, pero Watch Dogs 2 abre un nuevo camino en la saga.
  • Plataformas: Playstation 4, Xbox One, PC.
  • Plataforma de reseña: Playstation 4.
Miguel Medina
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