Reseña de The Eternal Cylinder – El día que un rollo de cocina gigante quiso destruir el mundo

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Reseña de The Eternal Cylinder (PS4, Xbox One, PC), videojuego de supervivencia desarrollado por ACE Team y distribuido por Good Shepherd Entertainment.


El contexto que nos presenta The Eternal Cylinder es, por sobre todas las cosas, extraño. En la superficie de un planeta sin nombre hay un cilindro metálico gigante que lo está aplastando todo. En esta situación, a nosotros nos toca ponernos en el lugar de un Trebhum (una especie que se caracteriza por tener una nariz que recuerda a Calamardo de la serie Bob Esponja) para detener y destruir al cilindro con unas torres mágicas enormes que hay en el planeta y con el poder más increíble que puede tener cualquier especie: la evolución.

Una narrativa que queda en segundo plano


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Al abrir el juego nos encontramos con la voz de un narrador que empezará a introducirnos a este contexto tan particular y, desde entonces, su voz será el único elemento narrativo de la experiencia. A decir verdad, no es la actuación más inspirada que he escuchado (e incluso hay ciertos problemas en la grabación de la misma) pero tampoco tiene tanta importancia. Al poco tiempo, la historia pasará a un segundo plano (aun cuando descubrir el misterio del cilindro sea ligeramente interesante) y la experiencia se centrará por completo en su lado mecánico.

El planteo jugable de The Eternal Cylinder es bastante simple: mientras el cilindro se mueve, debemos escapar para no morir aplastados y, cuando se detiene, es el momento de llevar a nuestro protagonista y a sus amigos a nuevas aventuras. En este juego, los “amigos” toman un rol fundamental. En total, podemos disponer de 6 criaturas de la misma especie (con la misma nariz y aspecto general) que pueden llegar a diferenciarse por el sistema de evolución del título.

La evolución: el eje central del título


Con el fin de evolucionar, los Trebhums chupan bayas con sus hocicos para conseguir mutaciones y poderes que les permitan sobrevivir a las diferentes adversidades que el juego pone sobre la mesa. De este modo, con cada baya obtendremos piernas que nos permitan saltar más alto; la capacidad de mutar nuestros cuerpos para adaptarlos a diferentes espacios; e incluso la habilidad de ahuyentar enemigos con un potente graznido.

De todos modos, estas habilidades se traspasan a unos controles que, si bien consiguen transmitir una clara sensación de indefensión frente a los peligros que nos rodean, terminan siendo toscos. De todo el conjunto, lo más divertido es la habilidad que nos permite rodar como si fuéramos Sonic o Samus Aran en la saga Metroid. Por lo demás, estamos ante plataformas extremadamente difíciles y poco satisfactorias.

The Eternal Cylinder no consigue ser más que un buen concepto


En conclusión, The Eternal Cylinder es una experiencia irregular. Su propuesta evolutiva es lo suficientemente interesante como para poder disfrutarlo de a ratos. No obstante, al querer desarrollar tantas variables con tantas limitaciones (en términos de producción), termina por no destacar en nada que no sea su “idea tan original”.


The Eternal Cylinder está disponible en PS4, Xbox One y PC. Podrás encontrar más información sobre el videojuego en nuestra cobertura.


Modos de juegoUn jugador
Duración12 horas
RendimientoPantallas de carga muy lentas
IdiomaTextos en español
AccesibilidadSin opciones
¿Es necesario jugar algún título anterior?No
DesarrolladoraACE Team
EditoraGood Shepherd Entertainment
PlataformasPS4, Xbox One, PC
Plataforma de reseñaPC
Reseña escrita con un código facilitado a Solo Jugadores.

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