Reseña de Maskmaker (Oculus Rift, Oculust Quest, HTC Vive, PlayStation VR), videojuego de exploración y puzzles en Realidad Virtual.
Una de las cosas que más necesitamos observar en un videojuego de Realidad Virtual, es si logra ofrecer una mecánica imposible de disfrutar en plataformas tradicionales. Por suerte, Maskmaker lo logra a través de un cincel, unos troncos y mucha pintura, pero en el transcurso de su artística propuesta se suele olvidar que es un videojuego de RV y agota nuestra paciencia con densas escenas de puzzles viejos y conocidos.
La campaña nos sumerge en un enorme reino comandado por Prospero, un misterioso personaje que nos guía a través de diversos biomas mientras nos narra la historia del reino como si de un cuento de hadas se tratase. De a poco, nos enteramos de la existencia de un taller secreto repleto de máscaras mágicas que logran transportarnos a zonas recónditas del reino. Allí se despliega ante nosotros una de las mecánicas más interesantes del videojuego, probablemente la mejor: la construcción de máscaras mágicas, las cuales requieren de un tronco de madera, un cincel, pintura y planos específicos para su armado. A pesar de la automatización del proceso de creación, se trata de una secuencia pacífica, satisfactoria y efectiva.
Ponerse la máscara es un momento mágico
Ponernos la máscara es otro de los momentos que más se disfrutan en Maskmaker: es algo mágico, como si realmente estuviésemos viajando a través del espacio y el tiempo, una sensación que solo la RV puede lograr. Pero llegar a los reinos se vuelve una misión aburrida cuando empezamos a realizar las tareas principales, las cuales consisten en recolectar planos de máscaras para viajar progresivamente hasta la ubicación del misterioso artesano desaparecido.
El problema con Maskmaker es que, si bien introduce con éxito una mecánica inmersiva para RV, no logra llevarla a su punto más álgido. En su lugar, nos propone buscar recursos para construir máscaras dentro de un entorno colorido y vistoso, pero sin vida, en el que las posibilidades de interacciones son casi nulas: solo podremos tomar aquellos objetos que realmente sirvan para el progreso de la misión, por lo tanto, ¡apenas hay dificultad en la búsqueda de estos recursos! Además, las hermosas secuencias de creación de máscaras se ven eclipsada por la mitad de la campaña y el objetivo del videojuego apunta a la resolución de más puzzles.
Maskmaker te atrapa por momentos, pero no es suficiente
No podemos negar que disfrutamos algunos momentos de Maskmaker, pero lastimosamente fueron demasiado pocos como para que, al final de la historia, nos quedemos con buen sabor de boca. Es una experiencia entretenida, vistosa y con mecánicas que realmente nos hacen sentir en un reino construido con magia, hasta que los puzzles nos introducen en un rutinario sistema de exploración sin desafíos ni sorpresas.
Podrás encontrar mucha más información sobre Maskmaker en nuestra completa cobertura.
Modos de juego | Un jugador |
Duración | 5 horas |
Rendimiento | Sin problemas |
Idioma | Ingles (voces y textos) |
Accesibilidad | Ninguna |
¿Es necesario jugar algún título anterior? | No |
Desarrolladora | Innerspace VR |
Editora | MWM Interactive |
Plataformas | PlayStation VR, Oculus Rift, Oculust Quest (vía cable link), HTC Vive y PC VR |
Plataforma de reseña | Oculus Quest |
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