Reseña de Buildings Have Feelings Too! (PS4, Xbox One, Switch, PC), videojuego de gestión de ciudades y puzzles desarrollado por Blackstaff Games.
Buildings Have Feelings Too! es, en esencia, un juego de construcción y gestión de ciudades que, alejándose de las costumbres del género, pone el foco en las edificaciones y no en quienes las habitan. En este juego no vamos a intentar mantener en un porcentaje alto la felicidad de una población. Por el contrario, nos toca ponernos en el lugar de un pequeño edificio que, luego de ver cómo un grupo de antiguas construcciones es demolido, decide empezar a ayudar a otros a reinventarse para que puedan sostenerse en el tiempo.
Un planteo mecánico muy innovador
Aun cuando cuenta con una propuesta artística muy bella, que acompaña de un modo excelente el carácter emocional que la obra busca construir; donde el juego consigue diferenciarse, e innovar realmente, es en su planteo mecánico. Nuestro objetivo en estos pequeños barrios, presentados en un plano 2D con scroll lateral, es utilizar un número limitado de espacios disponibles para colocar edificios de un modo en el cual aumenten su “atractivo” y, con esto, el “atractivo” del barrio.
Cada edificio puede cumplir una tarea (hotel, almacén, fábrica), la cual determina qué otro tipo de edificios debemos poner a su alrededor para que el atractivo suba. Por ejemplo, si buscamos crear un distrito financiero, no solo tenemos que construir las oficinas de contabilidad. Además, debemos colocar algún tipo de vivienda en la cercanía donde nuestros contadores puedan vivir y, al mismo tiempo, vamos a necesitar un almacén donde los mismos puedan abastecerse.
Buildings Have Feelings Too! carece de tutoriales que faciliten el aprendizaje de las mecánicas
La mayoría de las veces, los objetivos impuestos por el juego van a determinar qué tipo de negocios vamos a construir y, también, nos vamos a encontrar con que no todos los tipos de edificios pueden realizar todas las tareas. Es decir, no vamos a poder construir una casa familiar en un galpón pero, tal vez, sí usemos un edificio residencial para construir una oficina. También, cabe destacar que nuestras construcciones son afectadas sólo por aquellos edificios que se encuentran en un rango determinado, por lo cual, entender cómo colocar tus edificios cerca de los atributos correctos es una parte bastante importante del puzzle.
En general, creo que el sistema funciona bastante bien; el único problema que tiene es que no consigue presentarse correctamente. El videojuego carece de tutoriales bien desarrollados que hagan del entendimiento de las mecánicas un proceso más amigable. Esto último provocó que tuviera que arrancar una segunda partida, ya que en la primera me encontré en un callejón sin salida. Sin embargo, con las horas el juego consigue ser lo suficientemente intuitivo como para enganchar y, a medida que nuestro “flow” aumenta, los niveles se van volviendo significativamente más cortos.
A pesar de que Buildings Have Feelings Too! sea un juego tierno, divertido y lindo visualmente, y que consigue innovar dentro del género, no revoluciona particularmente nada. Simplemente, es una perspectiva distinta de algo que ya vimos un montón de veces, por lo cual, entretiene pero no consigue dejar huella. Creo que donde más puede brillar es como complemento de otra cosa, jugar este juego con un podcast, o una clase virtual de fondo, hizo que las dos actividades fueran bastante más entretenidas que si las hubiera realizado por separado.
Podrás encontrar mucha más información sobre Buildings Have Feelings Too! en nuestra completa cobertura.
Modos de juego | Un jugador |
Duración | 8-10 horas |
Rendimiento | Sin problemas |
Idioma | Textos en español |
Accesibilidad | Ninguna |
¿Es necesario jugar algún título anterior? | No |
Desarrolladora | Blackstaff Games |
Editora | Merge Games, Maple Whispering |
Plataformas | PS4, Xbox One, PC, Nintendo Switch |
Plataforma de reseña | PC |
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