
En un año en el que Elden Ring va a traer nuevamente la discusión sobre la dificultad en los videojuegos, el humilde Sifu ya está haciendo lo suficiente como para que el tema se empiece a hablar. El título lanzado por Sloclap demanda muchísimo al jugador, por lo que vas a tener que estar atento y muy predispuesto a aprender para poder superar sus cinco zonas. Pero que no cunda el pánico, porque en esta guía te vamos a explicar qué es lo más importante y cuál es el mejor camino para poder ver los créditos al final del juego.
Sentar una buena base

Lo importante a la hora de empezar a jugar es que no quieras apurar el ritmo y pasar todos los niveles rápido. Cada una de las locaciones está diseñada para que aprendas y perfecciones distintas mecánicas. La zona Okupa es un excelente campo de entrenamiento para perfeccionar el bloqueo y los desvíos (L1 al momento de recibir el golpe). El Clubte enseña a estar rodeado y a incluir en tus movimientos el esquive. El museo es indispensable para reconocer el valor de las armas, sea en la faceta ofensiva o defensiva. La Torre te coloca en espacios más chicos y te rodea de enemigos complejos casi todo el tiempo. En El Santuario, quinto y último paso hacia la venganza del protagonista, se pone todo dentro de la coctelera y se espera a que todo lo anterior esté perfeccionado.
Las habilidades de Sifu son un complemento

Es fácil que te emociones al ver la cantidad de habilidades que el joven vengador tiene a su disposición. Desde el principio de la aventura, el héroe ya cuenta con varios movimientos importantes como la Barrida (stick izquierdo hacia atrás, luego hacia adelante y triángulo) o el Golpe de palma (stick izquierdo hacia atrás y luego hacia adelante y cuadrado). Pero en el calor de la batalla y con varios enemigos avanzando, es fácil intentar hacer esa combinación y errar en el proceso. El siempre confiable combo de cuatro cuadrados, o darle tres veces al triángulo, funciona de maravilla.
Más tarde habrá tiempo para aprender a incluir en la coreografía la Patada giratoria (dos veces triángulo, esperar un momento, y nuevamente triángulo) o el infame Parteespaldas (triángulo dos veces, un cuadrado y triángulo nuevamente).
Pero algunas habilidades son muy útiles

Aunque es verdad que muchas de las habilidades te pueden salvar en más de una ocasión como, por ejemplo, la Patada rápida (dos veces stick hacia adelante y triangulo) es particularmente beneficiosa para esos momentos que tenés una distancia media con un enemigo y este está en un estado muy pasivo. También tomar por sorpresa a un grupo de malhechores con la Patada deslizante (apretar el triángulo mientras corres) no solo es divertido, sino que es muy útil para dividir al grupo y sacar a uno de los contrincantes de la pelea un tiempo.
Lo importante del movimiento y el uso del entorno

Que conozcas y controles el entorno es clave. La gran mayoría de las locaciones de Sifu son muy variadas. En ellas vas a encontrar escaleras, mesas y varios niveles de paredes que se pueden trepar y saltar. Tenés que evitar quedar rodeado y con la espalda una pared y sin posibilidad de escape. Los enemigos no van a tardar en caerte como una manada de lobos hambrientos y, si bien es posible sobrevivir haciendo desvíos y esquivando, lo mejor es que evites esos malos momentos.
Además, una de las mejores habilidades, y de las más divertidas, es la Maestría de entorno (presionar R1 cerca de algún objeto que esté en el piso) que permite usar algo que esté en el suelo para lanzarlo contra un enemigo. En ocasiones complejas y comprometidas, vas a agradecer poder tirar un pedazo de madera a un contrincante para armar una pequeña ventana y poder salir de ahí.
No hay que olvidar los ataques de concentración

Entre tantos golpes que vuelan por todos lados, es fácil que se te pase por alto que el protagonista de Sifu tiene una barra de energía que se va llenando durante las peleas. Esta sirve para realizar movimientos llamados habilidades de concentración: poderosos ataques que están concentrados en un enemigo en particular. Para usarlos debés apretar L2 y luego seleccionar, entre las disponibles en una especie de rueda, qué habilidad querés hacer. Para poder hacer uso de estas habilidades es muy importante subir la barra de concentración que tiene el protagonista en las distintas Estatuas de dragón que irás encontrando por las zonas del juego.
Rejugabilidad y consejo final para Sifu

Sifu nunca te va a soltar la mano. Es un juego que todo el tiempo está intentando que seas mejor en los que estás haciendo y aprendas que todo esfuerzo trae una recompensa. No tengas vergüenza de rejugar La Zona Okupa todas las veces que sea necesario y sin usar los atajos. Esta es una excelente forma de juntar experiencia y de desbloquear de forma permanente muchas de las habilidades disponibles en el juego.
La práctica hace al maestro y, en tu camino para ser el mejor, ahora estás acompañado por estos consejos que te la van a hacer mucho más fácil.
Sifu ya está disponible en PS4, PS5 y PC: encontrarás más guías e información sobre el videojuego en nuestra cobertura.
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