Limbo fue un juego independiente que impactó en las entrañas de la comunidad de jugadores. Sin decir una palabra, el videojuego nos narraba una historia por medio de su diseño de niveles, su lúgubre ambientación y puzzles. El final fue un detonante. Años más tarde, Playdead’s, el estudio detrás de Limbo, nos trajo un nuevo videojuego: Inside.
En Solo Jugadores hago lo posible para reseñar un videojuego sin entrar en spoilers. Con Inside, no haré una excepción. Sin embargo, me siento completamente limitado. Es como si necesitara soltar mil y un palabras, pero las puedo resguardar escribiendo una sola frase: jugalo sin que nadie te diga nada, internaliza tu propia experiencia.
En un inicio instantáneo, controlamos a un niño que parece estar huyendo de alguien o de algo, no lo sabemos con exactitud. No tendremos claro quiénes somos, de dónde venimos y a donde nos dirigimos, aunque sí sabemos a donde ir.
Los caminos se trazan casi de manera natural. La iluminación juega un papel preponderante. Recordando que es un videojuego scroll vertical, utiliza el fondo de la escena para introducir enemigos patrullando. En tales momentos, observamos cómo nos buscan, apuntándonos con sus linternas o soltando perros guardianes para que nos devoren. La escapatoria es pura tensión, teniendo que convivir con las sombras o huir como sea.
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