Hace memoria. Intenta volver a aquellas tardes de largo vicio, cuando tu única preocupación era superar el nuevo nivel de tu videojuego preferido. ¿Podes recordar cual era? ¿Recordas más de uno?
Los videojuegos vienen sorprendiendo desde el mismo año de su creación. Pero ser un/a niño/a y sumergirse en este mundo, no tiene vuelta atrás. La primera vez que pulsé un botón y logré que Mario salte, me emocioné demasiado, estaba controlando algo que hasta donde yo sabía, era fijo. Estaba controlando un mundo, dentro de un televisor.
Cuando la nostalgia toca la puerta no queda más remedio que invitarla a que pase. Los videojuegos se hicieron constantes en mi vida y probablemente, mis padres fueron principales culpables, comprándome cada fin de semana una pila de nuevos videojuegos para disfrutar en mi habitación. Así fue como de alguna forma, logré conocer una gran cantidad de obran que se esfumaron de la industria y otras tantas que son consideradas reliquias de la industria del gaming.
Intentaré crear un listado con algunos de los videojuegos que más disfrute de niño intentando, de alguna forma, apartar a un lado aquellas obras extremadamente reconocidas. Acá no importa la calificación promedio en Metacritic o si fue un juego que la rompió en ventas. Solo la felicidad que me dio a mí. Estas son algunos de los videojuegos que más anhelo, obras que me abrieron una puerta para huír del mundo y sumergirme en aventuras que hasta el día de hoy, dejaron una huella en mi persona.
Que nostalgia con el 007. Yo recuerdo juegos como Cold Fear, ojalá vuelva!