
Black Mesa, el remake de Half-Life, lleva en desarrollo más de una década. En un principio era una simple remasterización, pero con el paso del tiempo sus responsables decidieron dar varios pasos más allá reimaginando la obra maestra de Valve.
La presión social es inmensa. Half-Life no solo es una obra maestra del Gaming, sino uno de los mejores videojuegos de acción, aventura, ciencia ficción que hemos recibido. El desarrollo se debió encaminar con profesionalismo y paciencia: puedo adelantar que Crowbar Collective lo hizo. Black Mesa, la reimaginación de Half-Life, es un sueño hecho realidad.
El inicio de la campaña de Half-Life es uno de los más extraños que nos dio un videojuego. Es extenso, probablemente aburrido si lo jugamos más de una vez: un vagón que transporta a un científico; un científico que nos tocará encarnar en esta aventura. Su nombre es Gordon Freeman.
El trayecto del vagón nos regala un vistazo general de las entrañas de la corporación Black Mesa. Conocemos los sectores de mantenimiento, de fabricación, los depósitos de desechos tóxicos, las oficinas, pero también las zonas a cielo abierto, con helicópteros y soldados patrullando. Cuando llegamos a la estación correspondiente, un guardia de seguridad nos saluda. Será el primero de muchos en hacerlo. No somos cualquier empleado, todo parece indicar que contamos con cierto prestigio en las instalaciones.

La reimaginación de Half-Life se hace notable enseguida. Mientras el vagón avanzaba, también se pudo observar el avance en términos visuales: cambios en la iluminación, los reflejos, las físicas, los modelados de personajes. Pero en el paseo a pie por las instalaciones, Black Mesa (nótese la cursiva para hablar del videojuego) se desmarca completamente de la inmersión del FPS de 1998.
La ambientación pasillera mantiene la misma estructura que Half-Life, pero con una inyección de vida: los científicos trabajan, conversan, discuten, debaten e incluso se nos permite interactuar con ellos. La inclusión también llegó a Half-Life: en Black Mesa hay tanto mujeres como hombres trabajando.
Caminando por los pasillos oiremos comentarios, susurros, preocupaciones de los empleados relacionadas con un experimento. Dicho experimento se realizará en una Cámara de pruebas, y es allí donde nos dirigimos. Al llegar, nada sale bien. Un suceso dramático cambia el tono de la historia. Black Mesa pasa de ser una corporación científica a una turbia instalación repleta de cadáveres.
La introducción se construyó con elementos narrativos atribuibles al género ciencia ficción. Pero cuando se agita la jugabilidad, la campaña se mantiene a base de aventura, acción y puzzles.

Half-Life aumenta progresivamente la intensidad de las secuencias. Inicialmente tendremos que vencer a enemigos débiles con un arma cuerpo a cuerpo. En algunos casos, la escena de acción se complementa con la necesidad de exploración o la resolución de algún puzzle para añadir variedad.
A partir de la mitad de la campaña, los combates se complejizan. Entran en escena enemigos con armas a larga distancia, ágiles, que aplican un daño considerable. Los puzzles también suben su dificultad al presentar la presión de la muerte si no los completamos a tiempo. Para ayudarnos se distribuyen estaciones de vida y protección adicional en los pasillos.
El desarrollo de Xen tomó su tiempo. Fue motivo de retrasos en la fecha de lanzamiento durante los últimos años. Pero podemos decir con mucho orgullo que los responsables de Black Mesa lograron presentar un capítulo que en términos audiovisuales es sorprendente. Los alienígenas surcando un cielo desconocido, las plataformas que emiten desconfianza por su extraña materia: la sensación de inmersión en un mundo ajeno está más que lograda.

En el último tercio de la campaña, la ciencia ficción, el terror, la aventura, los puzzles y la acción que expuso Half-Life se fusionan para dar a luz los últimos capítulos: son secuencias de acción frenéticas, resolución de problemas que determinan la vida o la muerte, enmarcados en un ambiente que rebalsa terror cósmico.
En Black Mesa la narrativa de Half-Life es lo único que se mantuvo intacto. El resto de apartados fue retocado en mayor o menor medida. Es un excelente ejemplo la banda sonora: compuesta por Joel Nielsen para Black Mesa. Las melodías de la versión original son reemplazadas por canciones de tono dramático con un encaje perfecto en escenas de soledad y extrañeza. No obstante, el autor sigue manteniendo el estilo de la banda sonora del videojuego clásico, sobre todo en secuencias de acción.
En términos visuales es en lo que más se desmarca Black Mesa de Half-Life, con mejoras en iluminación, sombreado, reflejos, pero también dándole vida a los escenarios con nuevos modelados, movimientos en personajes e incluso el rediseño de algunos sectores.
Pero sin sacarle mérito a la excelente labor audiovisual de Black Mesa, lo más relevante es la faceta jugable. Estamos en 2020: pasaron más de veinte años desde el lanzamiento del clásico Half-Life. Y acá es donde más tenemos que aplaudirle a Black Mesa. Porque sus responsables lograron adaptar el ritmo de la aventura a los tiempos presentes con un aumento en la inmersión de los puzzles y un combate más visceral que el videojuego original. Puede que el lanzamiento de Doom en 2016 haya sido un empuje para que los jugadores actuales se vean atraídos por una experiencia tan noventera como Half-Life. Pero su ágil estructura, su curva de aprendizaje y su potente narrativa lo hacen indispensable.
La experiencia de jugar Half-Life fue inolvidable bajo el diseño poligonal de 1998. Más de veinte años después, la reimaginación que propone Black Mesa es un nuevo punto de control en el tiempo. Un videojuego que revivirá con dignidad esta saga emblemática, una excusa perfecta para re-aventurarnos en las exóticas instalaciones de Black Mesa.

Black Mesa es un videojuego de acción, aventura, plataformas, terror, ciencia ficción y disparos en primera persona.
- Algo positivo a destacar: cambios en el apartado sonoro, visual, jugable; curva de dificultad igual al original; Xen goza del mejor terror cósmico.
- Algo negativo a destacar: a pesar de su renovación, es un videojuego con tono arcade 1998; los movimientos de personajes siguen siendo irreales.
- Un jugador: sí.
- Multijugador: sí.
- Duración: alrededor de 15 horas.
- Rendimiento: sin problemas, en general.
- Idioma: español, inglés y otros (voces y textos).
- Accesibilidad: sin opciones.
- ¿Debo jugar los anteriores Half-Life? No, Black Mesa es una reimaginación del primer videojuego. A partir de esta entrega podrás disfrutar de Half-Life Blue Shift, Half-Life Opposing Force, Half-Life 2, Episode 1, Episode 2 y Half-Life Alyx. Y sí, en algún momento te tocará unirte al club de “I want to believe”.
- Desarrolladora: Crowbar Collective.
- Distribuidora: Crowbar Collective.
- Plataformas: PC.
- Plataforma de reseña: PC.
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