Assassin’s Creed: La curiosa historia detrás de las (repetitivas) misiones secundarias

El primer Assassin’s Creed nos gustó a todos. Fue una entrega fresca para la industria, una renovación para el género sandbox, además de complementar ciencia ficción, fantasía e historia en una de las narrativas que más se apreciaron en aquellos momentos.

Sin embargo, Assassin’s Creed tenía un defecto grande: su contenido secundario. Misiones repetitivas hasta el cansancio que no hacían más que extender la experiencia de manera artificial. ¿Por qué hicieron eso? Bueno, hay una explicación.

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Charles Randall, programador de Ubisoft, trabajó en el primer Assassin’s Creed, revelando hace pocos días una curiosa anécdota.

Assassin’s Creed estaba a punto de salir a la luz. Faltaban cinco días para su lanzamiento oficial: pero el hijo de Yves Guillemot, CEO de Ubisoft, comentó que el videojuego era aburrido puesto que más allá de la campaña, no tenía nada más que hacer. Ni siquiera misiones secundarias.

Fue allí cuando se le ocurrió a parte del equipo añadir de la manera más rápida posible algunas misiones secundarias. Al hacer todo a las apuradas, las actividades terminaron siendo pocas, repetitivas e incluso con algunos fallos técnicos importantes.

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Volvemos a recalcar que fueron solo cinco días los que tuvieron para agregar dicho contenido. En aquél momento, no se utilizaban los parches del día uno, además de que la distribución de videojuegos en formato físico era mucho más común: tenían que presentar la versión final para los proveedores.

El resto es historia.

Ahora, ¿seguiremos juzgando la repetición de actividades en ese juego?

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