Sonic Mania – Reseña

En la Era de los 16 BITS y con un pique entre la gran N y SEGA como telón de fondo, Sonic ponía un pie en la industria de los videojuegos. Sus primeras obras fueron un hito intachable dentro del género de plataformas, con profundos escenarios, frenéticas mecánicas jugables y una dificultad elevada.

El mejor momento de Sonic se resguarda con mucho mimo en sus inicios, con las entregas lanzadas para el SEGA Génesis. El paso del tiempo no logró ayudar a que el famoso erizo azul salte a la par con los avances tecnológicos, construyendo una visión negativa en torno a la franquicia.

Para el año 2017, SEGA anunciaba un retorno a lo grande de Sonic; se lanzaría Sonic Manía, un videojuego estilo retro (16 BITS) el cual propone un coctel entre las mejores entregas del erizo, las más longevas, o sea, las primeras que abordaron el SEGA Génesis. ¿Engaño a la nostalgia o atisbo de esperanza? ¡Análisis de Sonic Manía!

EggMan vuelve a ser nuestro mayor enemigo

Sonic contra EggMan. Un enfrentamiento repetido al final de cada nivel para poner a prueba nuestro aprendizaje en el mundo, nuestras habilidades, reflejos y sobre todas las cosas, paciencia. La narrativa en Sonic nunca terminó de encasillarse como una de las más recomendables en los videojuegos de plataformas. Sonic Manía suma el hecho de que vuelve a uno de los momentos más limitados del Gaming para recrear una obra para el erizo.

Los 16 BITS apenas pueden conformar cinemáticas para un seguimiento eficiente de la historia, pero en este caso eso queda relegado al mismo entretenimiento, al enganche que supone esperar, con las más altas expectativas “qué es lo que trama EggMan para el final del siguiente nivel”

EggMan, un científico descarrilado mentalmente, secuestró a decenas de criaturas y tiene múltiples planes (entre ellos, un ejército de robots, personajes novedosos en la saga) para detener a Sonic, el único que podría detenerlo. Nosotros, encarnando al fantástico erizo, tendremos que demostrarle que ni la creación más atemorizante y destructiva podrá hacernos algo. Y así es como se va desenvolviendo una historia repleta de enfrentamientos a lo largo de numerosos mundos, creados a partir de las bases instaladas en los primeros juegos de Sonic en SEGA Génesis.

Sonic Manía construye sus escenarios a partir de lo conocido en las primeras tres entregas numeradas de Sonic, Sonic and Knuckles y Sonic CD, muchos de ellos son retornos a lugares reconocidos, sin embargo, deja un espacio para los niveles inéditos. En más de una ocasión, se retoman los niveles más emblemáticos de los videojuegos originales, con ciertos matices, pero manteniendo la esencia de cada uno. Para ilustrar un ejemplo, en la vuelta de Chemical Plant Zone, volveremos a sufrir con la cuenta regresiva en la plataforma inundada, una pesadilla de millones de jugadores en el mundo.

Green Hill Zone, un clásico en las plataformas

Los escenarios siguen deleitando con sus coloridos y laberínticos diseños, concluyendo en una jugabilidad idéntica a la de varios años atrás. Con algunos ligeros retoques, los jugadores más veteranos en la saga sentirán una vuelta a los orígenes, pero con aires renovados en ciertos aspectos jugables. Un añadido, por ejemplo, es el de autoguardado al final de cada nivel, pudiendo seleccionar la opción “clásica” que nos retrocede a Green Hill Zone en el caso que perdamos todas las vidas del erizo.

Jugablemente es completamente tradicional, un clásico que, si funcionó varias generaciones atrás, pretende seguir haciéndolo en los tiempos actuales ¡y lo logra con creces! Acelerar, frenar, rodar, esquivar y sortear enemigos a una velocidad supersónica siguen siendo las principales premisas en un videojuego que apenas envejece en este apartado. Controlar a Sonic sigue otorgando grandes sensaciones y marcando la diferencia con los plataformas que intenten darle competencia, manteniéndose como un videojuego único, a pesar del paso del tiempo.

Los enemigos son variados y con una buena gama de acciones para entorpecer nuestro camino hacia el final del nivel. Pueden atacar de manera imprevista, haciendo que el jugador muera varias veces hasta aprender sus movimientos y entablar un recorrido eficiente. La vida en Sonic Manía se presenta igual que siempre: a través de la recolección de anillos y la obtención de “revivir”

Rompiendo objetos y eliminando enemigos, Sonic recolectará los famosos anillos los cuales al llegar a la cifra de 100 (cien) nos otorgará una vida entera, en otras palabras, la chance de revivir en el último punto de control en el caso de morir. Si en alguna ocasión, encaramos mal a un enemigo, los anillos (todos) se dispersarán por el escenario, siendo imposible recuperarlos en su totalidad. La dificultad sigue estando a la orden del día, muriendo una y otra vez y ocasionando que a través del prueba y error logremos combatir a los enemigos, superar las trampas y finalmente, acabar con los jefes finales.

En cuanto el sonido, Sonic Manía mantiene las OST de las obras originales y en ocasiones, instala una nueva banda sonora que nos acompañará con sentimiento retro a lo largo de lo que dura el videojuego. El sonido al saltar, golpear, rodar o recolectar anillos sigue siendo el mismo, mientas que la música irá transformando el contexto, subiendo la intensidad en los enfrentamientos a jefes, por ejemplo.

Además de la campaña principal, Sonic Manía ofrece una serie de elementos opcionales para extender las horas de juego. Así encontramos un modo contrarreloj, además de los clásicos niveles ocultos dentro de cada escenario. Más allá de esto y del desafío que podría suponer completar el juego sin autoguardado, Sonic Manía no propone muchos alicientes para su rejugabilidad, aunque sin duda alguna, con una duración que ronda las 7 horas se conforma como un plataformas muy completo y duradero.

Por otro lado, cuenta con una modalidad competitiva donde tendremos que alcanzar las mejores estadísticas en una serie de niveles, superando a los demás jugadores. También cuenta con la opción de jugar cooperativo, pudiendo completar la campaña con la ayuda de un amigo. Ambas opciones se presentan en un multijugador local.

Valoración
4/5

Sonic Manía es un plataformas que reivindica al erizo luego de tantos años tropezando con la inútil inserción a los escenarios en tres dimensiones; un videojuego con mucha esencia, el cual toma lo mejor de las obras originales y concluye ofreciendo un nuevo punto de partida para los fanáticos de la saga, los amantes de plataformas, los aficionados a lo retro y sin lugar a duda, aquellos jugadores que nunca le dieron una oportunidad real a Sonic.

Algo positivo a destacar: es una vuelta a lo retro y a la mejor forma de Sonic.

Algo negativo a destacar: los escenarios apenas presentan novedades. La jugabilidad podría presentar dificultades.

Duración: alrededor de 7 horas.

Modo en línea: incluye competitivo y cooperativo local, de 2 a 4 jugadores.

¿Hace falta jugar los anteriores? No.

Disponibilidad: Playstation 4, Xbox One, PC, Nintendo Switch.

Plataforma de reseña: PC.

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