Hemos salido, miramos la puerta que nos llevó con anterioridad al mismo pasillo y nos dirigimos hacia allí. Y sí, volvemos al pasillo del comienzo con la diferencia de que cada vez está más oscuro. Además, todas las puertas se encuentran cerradas excepto la del final. La única alternativa es entrar por allí. Volvemos al principio.
No sabemos qué hacer, ¿quién abre y cierra las puertas? ¿por qué había un feto en el baño? ¿dónde debemos ir? ¿cuál es nuestro objetivo? Las preguntas nos devoran la cabeza. Necesitamos una guía, algo que nos explique qué hacemos acá y adonde debemos ir.
Al fin, una voz hace presencia y nos indica que hacer. El sonido envolvente apunta a nuestras espaldas, era una voz muy difícil de distinguir a pesar del silencio que nos atormentaba. El subtitulado nos ayuda a comprender el mensaje: mira detrás de ti.
Te queré mooorir…
Si me erizó la piel el relato, no te imaginás cómo me puso el video!