
Google Stadia fue uno de los anuncios más importantes del año. El servicio en las nubes pretende ofrecer una nueva forma de disfrutar de videojuegos, en los que no habrá formatos físicos y se borrará la mayor idea que tenemos de lo digital, suprimiendo descargas e instalaciones. Un acercamiento más directo, donde todo carga instantáneamente, las demostraciones, los videos promocionales; solo se debe dar clic en comprar y estaremos jugando. El futuro, lejano o cercano, pero desde ya, dibujado por Google Stadia.
En la vereda de en frente, caminan Microsoft, Sony y Nintendo, las tres compañías que luchan por el trono de la industria de los videojuegos. Sin embargo, ninguna de ellas cuenta con una tecnología estable de servicio de juego en las nubes, y mucho menos, tan potente como la prometida por Google.

La semana pasada, se dio vuelta la tortilla. Una noticia con ánimo de sorpresa nos llega desde la otra parte del mundo, exponiendo una jugada histórica en este año que quedará en el recuerdo de muchos: Sony y Microsoft colaborarán para encontrar el mejor acercamiento al juego en las nubes.
Con las manos puestas en Microsoft Azure, la tecnología más avanzada de juego en las nubes después de Stadia, Sony y Microsoft trabajarán conjuntamente para ofrecerles a sus consumidores la mejor experiencia posible en un terreno que está en construcción, pero que mira al futuro con las pupilas dilatadas.
Por el lado de Sony, Playstation, el acuerdo buscará una mejora creciente de Playstation Now, servicio que recibió una cálida bienvenida en Norteamérica y ahora se encuentra buscando un lugar en los hogares europeos. Microsoft, en cambio, propone Project xCloud, que no solo pretende llevar una gran parte del catálogo de XBOX a los televisores, sino al bolsillo a partir de la instalación del servicio en smartphones.
El panorama de XBOX y Playstation con respecto a sus servicios de juegos en las nubes no promete demasiado. Las promesas de Google Stadia son tomadas con pinzas hasta que no tengamos con nosotros el producto final, sin embargo, es innegable que en algún momento el futuro sea completamente digital, y en las nubes.
La colaboración entre Sony y Microsoft nos puede decir muchas cosas. Encontramos un cambio en la política de Sony. Aunque olemos un miedo al fracaso: si la compañía Nipona no actuaba, tarde o temprano se quedaría desnuda frente a Stadia y Azure. Microsoft, en cambio, sigue abarcando cada vez más sectores de la industria, (recordemos el juego cruzado con Nintendo Switch y PC)
Si el anuncio de Stadia cambió el juego, el acuerdo entre Sony y Microsoft le da uno de los mejores giros al asunto. Todo esto, sin llegar a la mitad del año.
A punto de despedir la generación actual de consolas, se despiertan tres plataformas igual de potentes. Su desenvolvimiento en la escena dará mucho que hablar. Consolas de sobremesa y plataformas digitales. ¿A qué grupo iluminará el foco frontal?
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