The Last of Us Part 2 no la tiene fácil. Su precuela está entre los mejores juegos de la década pasada, ofreciendo una enorme historia (con una introducción y final inolvidables), así como un mundo apocalíptico que nos deja sin palabras en cada recorrido.
Hay mucho para hablar de esta segunda parte. Al desmenuzar su contenido nos podemos encontrar con elementos excelentes y algunos defectos.
La comparación con la primera entrega es necesaria, (como todo videojuego en realidad) pero en este caso puntual hay una conexión tan grande con el mundo que conocimos en 2013 que es imposible soltarlo en algún punto de análisis.
The Last of Us Part 2 nos pone en el papel de Ellie algunos años después del final de la primera entrega. Seguiremos una historia con mucho sentimiento de furia, llorar en los primeros 30 minutos de juego fue algo que solo pasó en su precuela. Ahora nos enojaremos, haciendo que la vida cobre un valor desechable.
En la campaña de The Last of Us Part 2, Naughty Dog quiso presentar una historia extensa (más de 25 horas de duración) la cual a veces funciona, y a veces no.
Uno de los videos más vistos del videojuego expone una fiesta en la que Ellie se besa con Dina, uno de los nuevos personajes de esta entrega.
Es increíble cómo se utilizó dicha promoción para crear el recuerdo en el jugador: los personajes hablan de esa fiesta sin que se haya pasado una cinemática de lo sucedido. Una decisión arriesgada, pero generalmente efectiva.
“La comunidad LGBT vuelve a tener un espacio en The Last of Us”
La comunidad LGBT vuelve a tener un espacio en The Last of Us, aunque no con gran revelancia.
En un principio, la relación entre Ellie y Dina es encantadora: sus diálogos, gestos y miradas van en sintonía con el romance que están gestando desde el beso de aquella fiesta.
Pero en un momento dado, la historia comienza a correr el foco hacia otro discurso, por lo que Dina deja de tener el mismo peso que en las primeras horas. Es una lástima, porque la química entre ambas era notable, y enriquecía la exploración a través de diálogos orgánicos.
Lastimosamente, la historia de The Last of Us Part 2 es un vaivén de momentos brillantes y absurdos.
“No hay un pesar en las pérdidas como en la primera entrega”
La historia de venganza de Ellie da lugar a una serie de escenas de enorme violencia. De hecho, desde la primera muerte “importante” nos damos cuenta que lo que quieren que sintamos es furia más que tristeza o temor.
Muchas de las muertes serán olvidables, ni siquiera se nos regala un tiempo para la reflexión. Ninguno de los personajes es Tess, Bill, Henry o Sam: no hay un pesar en las pérdidas como en la primera entrega. En esta segunda parte, el camino tomado para afrontar las muertes es otro muy distinto (aunque no necesariamente malo).
A mitad de la campaña, surge una idea brillante que nos podría hacer reflexionar una vez más el grandioso final del primer videojuego. Cambiar el paradigma, nunca mejor dicho. Quizás es uno de los mejores puntos de la narrativa, aunque se verá tapado por un mensaje de “No a la violencia” que, al menos en esta obra, no termina de encajar.
“Surge la famosa disonancia ludonarrativa y nunca antes tan enorme”
El problema está en The Last of Us. Controlar a Joel nos permitió entrar con los valores de nuestra realidad en un mundo que claramente, no es el mismo que el nuestro. Por eso sentimos tanto la pérdida de su hija y también, por eso, entendimos su decisión en el desenlace.
Pero en The Last of Us Part 2 se intenta usar la moral de nuestro mundo para revalorizar los ideales de personajes que nacieron con un arma bajo el brazo. Son humanos, sí, pero fueron criados para asesinar con frialdad al enemigo. Ellos defienden valores que para nosotros serían una atrocidad.
Está bien que nos preguntemos quién es el villano en un mundo en el que la racionalidad despierta cierta extrañeza, pero ese mismo mundo está tan podrido que es difícil tragarse un mensaje anti-violencia. Sobre todo, cuando controlamos a un personaje que asesina a decenas de personas por manzana recorrida. Surge la famosa disonancia ludonarrativa y nunca antes tan enorme.
“Podemos atacar con sigilo o acción visceral”
Los enfrentamientos en The Last of Us Part 2 son más prolijos que la primera entrega. Se nota un mejor equilibrio en las características de las armas, así como un aumento de la variedad, los usos y las mejoras.
Las escenas de enfrentamientos nos suelen introducir en un campo grande con varias posibilidades de acción. Podemos atacar con sigilo o acción visceral.
Si optamos por el combate, tenemos un rifle, un revolver o un lanzallamas, entre otras armas. Asimismo, podemos enfrentarnos cuerpo a cuerpo usando nuestras manos o un palo, fierro u otro objeto contundente (pudiendo agregarle clavos para aumentar el daño).
Si golpeamos con este último podemos escuchar la rotura del hueso e incluso sentir a través de la vibración del Dualshock el fuerte golpe que le dimos al enemigo. Es un videojuego con enorme cantidad de violencia explícita.
“Para un personaje implacable, hay villanos con destreza”
Si queremos ser silenciosos el arco con flecha es una buena opción, aunque podemos crear un silenciador con una botella y otros elementos reciclables para nuestra pistola.
Podemos ocultarnos en las hierbas o arrastrarnos debajo de los autos para pasar sin ser detectados, un añadido que extiende las posibilidades de ataque.
Para un personaje implacable, hay villanos con destreza: The Last of Us Part 2 introduce nuevos enemigos humanos (ojo a los chiflidos), pero destacando mucho más las novedades del bando de los no-muertos, presentando una clase de zombies que son imposibles de detectar con el modo escucha, lo cual incrementa bastante el nivel de tensión.
También encontramos algunos mini-jefes que pondrán las cosas aún más difíciles en momentos que las balas escasean.
Los perros son otro de los añadidos en esta secuela. Acompañan a su dueño mientras patrulla y si llegan a detectar nuestro rastro, no pararán de seguirlo hasta dar con nosotros. Su presencia es un escalón más de dificultad, resultando un notable agregado para las escenas de enfrentamientos.
“El hecho de que se mencione el nombre de un asesino no nos hará empatizar con él”
Algo que se habló bastante en la previa del lanzamiento es que los enemigos tendrían un nombre con el objetivo de hacernos sentir mal por su muerte. Sinceramente, el hecho de que se mencione el nombre de un asesino no nos hará empatizar con él. Pero en todo caso, apenas nos enteramos quién es “Carla”.
En cambio, lo que sí nos hace pesar un poco más la muerte es la forma en la que se desencadena esta. Por ejemplo, cortándole el cuello a un enemigo y observando cómo se retuerce en el piso mientras se ahoga con su propia sangre. La violencia es tan explícita que podría llegar a incomodarnos.
La exploración se ha extendido en The Last of Us Part 2, algo que no siempre es lo idóneo. Hay un escenario que nos recuerda a una de las primeras secuencias de mundo semi-abierto de Uncharted: The Lost Legacy. Nos suelta en un entorno inmenso esperando que disfrutemos de recolectar coleccionables u elementos para crear una nueva granada.
“En las situaciones que Ellie queda sola, a veces, explorar se puede volver una carga”
La mayoría de escenas que se abren a la exploración suelen hacerlo con la disposición de negocios en ruinas, a los cuales podemos entrar rompiendo la ventana, por ejemplo. El inconveniente es que en reiteradas ocasiones, la exploración termina consumiendo demasiado tiempo de juego, desviándonos de lo importante.
En un principio el problema se solventaba con la presencia de Dina, quien nos sacaba temas de conversación interesantes (esperaba más momentos “Take on Me”). Pero en las situaciones que Ellie queda sola, a veces, explorar se puede volver una carga.
Para el colmo, es algo que tenemos que hacer sí o sí. La exploración no es una actividad secundaria, porque si no recolectamos objetos se nos dificultará avanzar en las mejoras de armas o incluso nos perderíamos algunas habilidades para nuestra protagonista.
“Lo que se disfruta de la expansión de los entornos, son los mismos entornos”
Lo que se disfruta de la expansión de los entornos, son los mismos entornos. The Last of Us Part 2 es un portento gráfico que supera producciones actuales con mucho mérito puesto que, recordemos: PlayStation 4 es hardware super obsoleto a estas alturas.
El equipo de Naughty Dog realizó una labor espléndida en el diseño de escenarios. Cada negocio, calle y vivienda expone un sinfín de detalles. Nos podemos perder observando la arquitectura de las ciudades o los frondosos bosques que rodean la costa.
Es magnífico cómo se representa el paso del tiempo. Si hay un lugar con agua y una escalera en ella, la parte de los elementos metálicos que esté tocándola estará oxidada mientras que la otra se verá intacta. También podemos ver cómo los hongos consumieron cada vez más los interiores: el mundo de The Last of Us Part 2 viene arrastrando más de veinte años de una pandemia, y es algo que se nota.
“Nos encontramos una mezcla de sonido adecuada para cada situación”
Por otro lado, es increíble cómo se elevó la vara en cuanto la estética de los personajes. El movimiento del cabello, las mejillas que se sonrojan en una frase pícara. Tanto Ellie como el resto de los protagonistas del videojuego presentan expresiones faciales aplicadas con un realismo pocas veces visto en el medio.
También se llevan mucho mérito los actores que le dieron vida a los personajes. Incluso las coreografías a la hora de luchar cuerpo a cuerpo son un espectáculo.
Todo lo mencionado en esta reseña, desde las cinemáticas de la trama principal hasta las secuencias de combate, se enmarcan con melodías compuestas por Gustavo Santaolalla quien, una vez más, vuelve a hacer un trabajo maravilloso en el mundo de The Last of Us.
Asimismo, nos encontramos una mezcla de sonido adecuada para cada situación: un ritmo frenético de tambores que marcan el combate, o un apagón musical para perdernos en los sonidos de una casa que se resquebraja en cada paso, prestando atención a los quejidos de los zombies que la habitan.
“The Last of Us Part 2 es uno de los mejores juegos de acción y survival horror que podemos encontrar en PlayStation 4”
Cuando alguien recomienda The Last of Us, lo hace más por su narrativa que por su propuesta en el género de acción. Con su secuela, en cambio, ocurre lo contrario.
The Last of Us Part 2 presenta una historia con muchos altibajos: en 25 horas de duración, la narrativa presenta tanto ideas brillantes como absurdas. Habrá momentos en los que amaremos su narración, y otros en los que nos estaremos preguntando por qué se tomaron ciertos caminos.
Puede que la primera entrega nos haya hecho demasiado exigentes, pero si se hubiesen suprimido decisiones como la del mensaje anti-violencia que se quiso aplicar, por ejemplo, las sensaciones generales de esta segunda parte hubiesen sido distintas.
“Lo importante es que nos guardamos un buen puñado de momentos para el recuerdo”
Lo importante es que nos guardamos un buen puñado de momentos para el recuerdo. No estamos hablando de un juego con historia para el olvido: son muchas horas de narrativa que, a pesar de sus defectos, deja lugar a una gran cantidad de escenas maravillosas. Como mencionamos: es un vaivén de momentos.
Por otro lado, The Last of Us Part 2 es uno de los mejores juegos de acción y survival horror que podemos encontrar en PlayStation 4. Presenta una jugabilidad más prolija respecto a la primera entrega, abriendo un abanico de posibilidades enorme para cada enfrentamiento.
Hay nuevos enemigos, armas, y una marcada curva de progreso en nuestras capacidades. Es una obra que exprime la potencia de la consola de Sony para lograr una experiencia fantástica de acción, probablemente el mejor trabajo de Naughty Dog en este sentido.
Asimismo, es un videojuego que eleva la vara en cuanto diseño de escenarios. Hay pocas producciones que nos sumergen tanto en su mundo virtual. Todo lo que nos rodea tiene 1001 detalles para observar, sumando las actuaciones que dan vida a los personajes, además de la magnífica banda sonora de Gustavo Santaolalla.
El resultado final es un deleite audiovisual. Vas a emocionarte, vas a enojarte, vas a decepcionarte. Lo juro.
The Last of Us Part 2 es un juego de acción, aventura y survival horror con entornos semi-abiertos
- Un jugador: sí.
- Multijugador: no.
- Duración: 25 horas apróximadamente.
- Rendimiento: excelente.
- Idioma: español, ingles (voces, textos).
- Accesibilidad: controles alternativos, ayudas visuales y sonoras (texto a voz), solución a mareo por movimiento, combate con selector de dificultad variado, subtítulos.
- Desarrolladora: Naughty Dog.
- Distribuidora: Sony Interactive Entertainment.
- Plataformas: PlayStation 4.
- Plataforma de reseña: PlayStation 4 (Slim).
CONTIENE SPOILERS
Acabo de terminarme el juego después de haberlo dejado aparcado unos meses y he de decir que me parece una fockin OBRA MAESTRA.
En primer lugar, si hablamos del aspecto técnico, gráficos, combate, sonido, etc, es algo sublime. Aunque es cierto que perceptiblemente ya habíamos visto algo sublime en el primer TLOU (y más porque yo jugué la versión remaster HD en PS4). Añade más opciones en el combate y demas, así que en ese sentido es continuista y mejor que el primero.
Ahora vamos al meollo, el argumento. Sólo tengo que decir que CHAPÓ por NAUGHTY DOG y NEIL DRUCKMANN. Han escrito una de las mejores y más realistas historias en la historia de los videojuegos. Es más, me atrevo a decir que es la historia más realista jamás contada en el sector.
Partimos de una historia increíble y única en el primer TLOU. Nos encariñamos con Joel y Ellie, y acaba bien para ellos dos, aunque mal para la humanidad.
¿Por qué gustó tanto el primer TLOU? Porque la gente poco profunda sólo quiere ver historias bonitas que acaban bien para los protas.
¿Por qué hay taaanto hater y tantas reseñas negativas de TLOU2? Porque la gente esperaba más de lo mismo, una bonita historia para los protas, otro final feliz. Bueno, y otra gran parte de las malas reseñas es porque son unos homofóbicos perdidos.
Y por eso me parece una obra maestra argumental. Han tenido las narices de hacer una historia realista, para nada mainstream. Una historia profunda, que ahonda en los demonios interiores, en el odio y la venganza, en el perdón, en la ansiedad, en la identidad de género, en la orientación sexual.
Hasta el desarrollo del argumento a nivel gamer escapa de nada que se haya visto antes. El boss final es un bicho gordo mucho antes de que acabe el juego. La última parte de la historia no tiene mucha dificultad en comparación con ese bicho.
Mi evolución de sensaciones con el argumento ha sido brutal. Al principio, con la relación entre Ellie y Dina me sorprendió porque nunca nadie se había atrevido. En la vida real EXISTEN LESBIANAS, GAYS, BISEXUALES, TRANS… ASÚMANLO.
Hasta ahora pocas historias de ficción estaban protagonizadas por mujeres, y muchas menos por mujeres lesbianas. Se han atrevido a contar algo diferente.
Y de repente se cargan a Joel. WTF? Al principio sentí cabreo y decepción. Habían tornado a una historia aparentemente absurda de odio y venganza. Los 3 primeros días de Seattle con Ellie me acabé cansando de la persecución absurda a Abby, por eso dejé un tiempo de jugar.
Pero lo retomé y la cosa cambió. ¿Por qué? Porque en toda historia hay 2 versiones. La de Abby me parece también brutal. Cómo su vida se desmorona en el final del primer TLOU, su odio y ganas de venganza contra Joel y la que lía para lograrlo.
Contar los mismos 3 días de Seattle desde su punto de vista hizo encajar muchas piezas del puzzle. Dio sentido a una, aparentemente absurda, historia de odio y venganza de Ellie.
Mete varios personajes muy interesantes, como el de Lev. Muchos orangutanes dicen que le meten con calzador… La casualidad ha querido que acabe el juego el mismo día que Ellen Page, protagonista de la peli Juno y del videojuego Beyond Two Souls, haya confesado que es trans y ahora se llama Elliot Page. Justicia poética. Quien opine que meter al personaje trans de Lev está metido con calzador es un tránsfobo de m*****.
Volviendo al tema. Si el argumento ya se había ganado mi admiración, metemos el aliciente de las muertes. Al igual que en Juego de Tronos, no se salva ni el apuntador. Y eso de primeras me chocó he acabado apreciando el extremo realismo.
Y acabamos con la paliza que NO NOS GUSTA de Abby a Ellie… Los demonios de Ellie… Su búsqueda incansable de venganza, que en realidad es un intento de perdonarse a sí misma y que, finalmemte, perdona la vida a Abby. Todo es opuesto a lo que desearíamos. Pero en la vida real ocurren cosas así. En las pandemias muere gente (os suena?). Se habla del comportamiento humano ante una pandemia tan mortal, y más en USA, que la gente tiene armas.
Por todo ello, y para acabar, TLOU2 me parece MAGISTRAL.