Sea of Solitude – Reseña

E3 2018, conferencia de Electronic Arts. Entre tantos anuncios, hubo un videojuego que destacó por su formidable puesta en escena: Sea of Solitude. Una obra a cargo de Jo-Mei Games y que formaría parte del catálogo de juegos independientes, EA Originals.

Este año, apenas hemos oído hablar de Sea of Solitude. No solo se ausentó en el E3 2019, sino que, además, evadió las publicidades y videos promocionales comunes en la previa del lanzamiento. El videojuego ya está a nuestro alcance, y es hora de ponerlo a veredicto. ¡Análisis sin spoilers de Sea of Solitude!

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Iniciamos nuestro viaje navegando en una ciudad inundada

La propuesta de Sea of Solitude es delicada. El videojuego construye su mundo a través de metáforas, ancladas a hechos cotidianos, adversidades y éxitos de la vida. Nuestro control estará puesto sobre Kay, una muchacha que despierta en un “mar de soledad”, arriba de un bote. Desamparada, y sin rumbo alguno, avanza a través de calles marcadas por la corriente del agua, de edificios cortados a la mitad, de caminos destrozados. Finalmente, los colores desaparecen. El ambiente se torna oscuro y la presencia de un monstruo se hace inminente; la bestia, comenzará a insultar a Kay. Pero sus palabras parecen personales, es como si conociera al personaje.

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Nuestro objetivo, será evadir al monstruo para seguir avanzando hacia lo que, en un principio, es desconocido. Pulsando un botón, lanzamos con la mano izquierda una “bengala”, una luz que nos guiará hacia el objetivo. Siguiéndola, nos toparemos con un objeto brillante, rodeado de lazos oscuros que tendremos que consumir para así esclarecer la zona, quebrando la corrupción de esa parte del mundo.

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Nuestro objetivo apunta a consumir unos misteriosos objetos luminosos, enredados por lazos oscuros

El monstruo deja de ser una molestia. El mundo vuelve a iluminarse. El cielo se despeja, y los colores vuelven a pintar la escena. Una niña nos ayudará en el camino, volando, inexplicablemente, y exponiendo una libertad envidiable. Sea of Solitude arranca con esta serie de hechos, una trepidante experiencia que servirá de base para lo que vendrá a continuación.

Con una jugabilidad accesible para cualquier jugador, Kay presenta una gama de movimientos limitados, pero los necesarios para avanzar en la historia. En el camino, tendremos que superar a las bestias, saltando entre plataformas o resolviendo puzzles. Si en algún momento nos atrapa un monstruo, se cargará inmediatamente el punto de control más cercano. El apartado jugable parecía cómodo y lo es, hasta el momento en el que tengamos enfrentamientos más directos con ciertos enemigos. Allí, la flexibilidad de Kay comenzará a exponer sus falencias, una jugabilidad poco pulida en situaciones tensas.

El progreso es a través de puzzles, para nada complicados, que servirán para superar las adversidades que nos ponga el entorno. Adversidades representantes de aquellas situaciones que cualquier ser humano pudo haber experimentado alguna vez. Todo, expuesto a través de un mundo construido por metáforas, que serán internalizadas de manera distinta según el jugador y sus vivencias. El agua, la ciudad, los monstruos, y otros elementos, están puestos allí por un motivo en especial. Incluso los coleccionables, como botellas con un mensaje dentro, que, al encontrarlas, podremos leer su contenido, y al hacerlo, nos daremos cuenta en seguida que su significado está atado al contexto argumental. No son coleccionables que en un futuro nos desbloquearán un traje, un modo extra o un arma. Son objetos que cobran sentido en el preciso momento en el que fueron hallados.

En lo artístico, Sea of Solitude es potente

Artísticamente, Sea of Solitude es soberbio. La música fue correctamente elegida, con melodías que terminan de construir las escenas más tensas y emocionales. El diseño de escenarios, toma una paleta de colores idónea para cada situación, sumergiéndonos en colores cuando los hechos sean pacíficos y relajantes, y tensionándonos con tonos rojos y negros cuando el caos diga presente. Los personajes también suman muchísimo a la experiencia, destacando el diseño de los monstruos y, sobre todo, el de Kay, que es simplemente maravilloso.

No obstante, el mejor punto en cuanto lo artístico, se logra en las escenas dinámicas del videojuego. Sea of Solitude elimina los tiempos de carga y nos engancha en una experiencia que se sigue al hilo, con un entorno que irá cambiando según la situación, de pacífico a caótico, de calles entre edificios a saltos entre techos cubiertos de agua. La evolución e involución del mundo es uno de los puntos más destacables de la obra.

Los entornos son dinámicos, regalando escenas maravillosas

Lo que sí debemos tener en cuenta, es que Sea of Solitude no comparte nada más (y nada menos) que una campaña, con una duración estimable de 5 horas. No presenta dificultades alternativas, incentivos rejugables, modos extra o algo similar. La experiencia apunta a ser única y, sobre todo, singular.

La obra se desenvuelve con un buen guión, dejando sometido al jugador ante diálogos entre Kay y los enemigos, o simples comentarios soltados por el cambio imprevisible de la escena. La narrativa busca internalizar una experiencia que empodere al jugador, que lo libere de esas adversidades cotidianas que tanto daño hacen. Hablar de si lo logra o no, realmente es algo personal. Esta obra no pretende ser una guía profesional para el bienestar emocional de las personas, pero sí podría meter el dedo en la herida en algunos casos, o ser una experiencia indiferente en otros. Las vivencias del jugador son las que realmente le dan significado al mundo de Sea of Solitude.


Valoración
4/5

Sea of Solitude despliega un mundo que se estructura con metáforas, representantes de los éxitos y las luchas de la vida. Salvo algunos momentos específicos en los que la jugabilidad podría tornarse incómoda, es una obra inmersiva y disfrutable. Más allá de su campaña, no presenta incentivos rejugables. Propone una experiencia sentimental, única y singular, donde las vivencias del jugador serán la principal mecánica del videojuego.

  • Algo positivo a destacar: el dinamismo de sus escenas; el diseño artístico; la narrativa.
  • Algo negativo a destacar: faltaron pulir ciertos momentos jugables.
  • Rendimiento: muy buen rendimiento, completamente jugable de principio a fin.
  • Duración: 5 horas.
  • Disponibilidad: Playstation 4, Xbox One, PC.
  • Plataforma de reseña: Playstation 4.


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Miguel Medina
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1 comentario en «Sea of Solitude – Reseña»

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