Ya sea con el puño cerrado o a través del humor, nos encanta que los videojuegos realicen críticas sociales. Rip Them Off pretende sumarse a ese grupo de videojuegos que, además de entretenernos, presentan un mensaje crítico. Lastimosamente, no logra su cometido.
Nuestro objetivo en Rip Them Off consiste en construir una determinada cantidad de locales sobre las calles de una ciudad con estética minimalista para atraer a los “Primos”, unos monótonos seres que caminan con la cabeza agachada y solo se preocupan en gastar su dinero. Como nos dice el título, los tenemos que “desplumar”, extraer hasta el último centavo que traigan encima.
La experiencia arranca mal. El primer nivel de Rip Them Off posee un tutorial poco claro e ineficiente para aprender las mecánicas del videojuego. Es probable que fallemos, que reiniciemos o que nos frustremos en los primeros minutos por no entender cómo se avanza hacia el objetivo.
Cada nivel nos presenta las rutas por las que pasarán los Primos con muchas ganas de gastar dinero. Nosotros contamos con un presupuesto inicial, y tenemos que usarlo para construir distintos locales sobre las calles. Eso sí, cada tienda está limitada por sus propias características: cantidad de Primos máximo, ganancias por segundo y lo más importante, tiempo de espera por cada Primo que entre al local.
“Elegir qué tienda vamos a construir, dónde y por cuánto tiempo es algo que pensaremos todo el tiempo”
La estrategia en Rip Them Off es un punto clave en la experiencia. Elegir qué tienda vamos a construir, dónde y por cuánto tiempo es algo que pensaremos todo el tiempo. Por ejemplo, si construimos un local que solo permite el ingreso de dos Primos al mismo tiempo, el resto de Primos pasará de largo y se frustrará: no solo perdemos dinero, sino potenciales clientes. Es un problema que tenemos que resolver inmediatamente, siempre y cuando hayamos administrado bien el presupuesto.
El videojuego tiene una curva de dificultad notablemente creciente, sin embargo, la repetición de sus mecánicas pincha una de las pretensiones iniciales del videojuego: plantar una crítica social.
Cada tanto, Rip Them Off muestra algunos mensajes de “La Junta”, una entidad todopoderosa que nos exige trabajar duro para desplumar a los Primos. Estos mensajes suelen ser sátiras a las compras compulsivas como Black Friday o la explotación laboral que exige más trabajo a cambio de nada. Sin embargo, más allá de reírse de cómo los Primos se enfurecen al no poder gastar su dinero, el jugador no tiene un rol bien planteado en la crítica social del videojuego.
Casos como Mosaic, que criticaba la conversión de una vida monótona, salvándola en el encuentro con el arte, o el reciente Going Under, el cual nos mandaba a luchar en mazmorras donde los Jefes Finales eran los jefes explotadores, lograban en mayor o menor medida, enlazar la crítica con las acciones del jugador. En Rip Them Off, si la crítica es solo un mensaje, y las acciones del jugador son repeticiones de mecánicas para cumplir un mismo objetivo, quizás el tiro les salió por la culata.
Rip Them Off quiere criticar al sistema capitalista otorgándole al jugador una serie de mecánicas repetitivas para que cumpla un objetivo, exigiéndole más eficiencia a medida que supera los niveles. La sátira está clara, pero el progreso del jugador es plano. Ni la estética minimalista, ni la música estilo Jazz logran ser una buena excusa para engancharse a su monótona experiencia. Renunciamos a La Junta.
Rip Them Off es un videojuego de gestión económica, puzzles y tower defense.
Modos de juego | Un jugador |
Duración | Indefinido |
Rendimiento | Sin problemas |
Idioma | Textos en español |
Accesibilidad | Sin opciones |
¿Es necesario jugar algún título anterior? | No |
Desarrolladora | Lozange Lab |
Editora | Lozange Lab |
Plataformas | PC |
Plataforma de reseña | PC |