Chronos: Before the Ashes abre el telón de su campaña con una mujer adulta que nos relata una historia, nuestra historia. Hace muchos años, los humanos vivían en tribus en un mundo pacífico hasta que llegaron las bestias, comandadas por “El Dragón”. Su presencia no trajo más que miseria y pérdida de esperanzas. Era momento de hacer algo.
Una vez al año, desde los lugares corroídos en los que descansan estas bestias, se abre un portal a través de la Gran Piedra. Poniéndonos en la piel de una valiente y joven heroína, tenemos que hacer un máximo esfuerzo para entrar a las tierras enemigas y derrotar al Dragón, para así terminar con la desgracia que aprisiona a nuestra comunidad.
El mundo de Chronos: Before the Ashes es grisáceo, silencioso, y sus monstruos deambulan esperando a que caiga algún desafortunado para expulsarlo de la zona. Los combates se cierran en una serie de combos repetitivos con la posibilidad de integrar algún poder en particular. En general, a la hora de enfrentar a un enemigo las mecánicas se sienten toscas, como un Demon’s Souls regular.
Lo interesante, sin embargo, llega a través de la exploración de los escenarios. El videojuego no nos ofrece ninguna clase de guía. No hay mapas, carteles o alguna pista que nos ayude para saber a dónde ir, pero revisando los rincones siempre terminaremos encontrando el camino. La resolución de puzzles en una mecánica mucho más relevante que los combates, puesto que es la única manera de abrir pasadizos, encontrar secretos, abrir puertas y avanzar a través del mundo de las bestias.
Por otro lado, Chronos: Before the Ashes presenta unos combates contra jefes espectaculares. Uno de los primeros, por ejemplo, exigía que resolvamos un intrincado puzzle a partir de la lectura de códigos secretos con un desenlace impactante e inesperado. Probablemente, uno de los mejores puntos de la aventura, sobre todo cuando tenemos en cuenta lo flojos que son los enfrentamientos contra esbirros.
A los veintitantos años, su destreza es lo mejor que tiene
Pero lo mejor del videojuego está en una mención del principio: La puerta que se abre una vez al año. Esto ocasiona que, en cada muerte, nuestra heroína deba esperar un año para volver al combate, literalmente. De esta manera, el paso del tiempo en Chronos: Before the Ashes impacta en el desempeño de nuestra protagonista.
A los veintitantos años, su destreza es lo mejor que tiene: golpes fuertes, evasiones rápidas, y velocidad para recorrer los escenarios, pero si fracasamos varios años la edad pasará factura con movimientos más lentos, aunque con una sabiduría mucho más grande que antes, lo que permite ataques a través de elementos mágicos. Es una mecánica de juego muy original que impacta contundentemente en las habilidades de la heroína, pero también en la manera que percibimos el mundo con cuidado, porque sabemos que cada muerte es un año desperdiciado de nuestra juventud.
El resto de apartados, sin embargo, se encuentran a mitad de camino de una aventura que recuerda mucho a Demon’s Souls. A veces, el entorno parece agobiarnos entre tantas paredes de monótonas piedras y para el colmo, los esbirros se combaten de la misma manera. Lo mejor está en el sistema de puzzles, muy bien integrado, que desemboca en un combate espectacular contra un jefe final. La dificultad es elevada y se siente a cada paso, pero la mecánica de envejecimiento nos asegura de que el paso del tiempo no es malo, porque la experiencia, tarde o temprano, nos ayudará a superar las peores situaciones.
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| Modos de juego | Un jugador |
| Duración | Alrededor de 18 horas |
| Rendimiento | Sin problemas |
| Idioma | Textos y voces en español |
| Accesibilidad | Sin opciones |
| ¿Es necesario jugar algún título anterior? | No (precuela de Remnant: From the Ashes) |
| Desarrolladora | Gunfire Games |
| Editora | THQ Nordic |
| Plataformas | PlayStation 4, Xbox One, PC y Nintendo Switch |
| Plataforma de reseña | PlayStation 4 (slim) |
