Obey Me es un videojuego desarrollado por el estudio argentino Error 404. Nos lleva a una ciudad moderna en donde Ángeles y Demonios entran en conflicto, poniendo en riesgo la vida de miles de personas.
Ammon, un demonio con aspecto temible, le encarga a la cazadora de almas, Vanessa Held, y su cerbero, Monty, descubrir qué está pasando con Ors, un personaje enigmático para el jugador.
La mano derecha de Ammon, Anna, juzga su decisión: “¿A ellos? Pero si apenas ha sido entrenada, y Monty es…”, sin embargo, el mandamás le responde furioso “¿Pones en duda mi conocimiento?”.
En la introducción conocemos rápidamente a algunos de los personajes más importantes de la campaña. Se presentan a través de cuadros de diálogos sobre una sola ilustración que, por lo general, aprovecha su espacio para poner en contexto al jugador con detalles en los personajes y el entorno.
“V… V… ¡Vanessa!” Le grita Monty a Vanessa Held, el personaje que controlará el jugador número uno: “¿Qué demonios quieres, Monty?”. El primer llamado de atención es una entrada perfecta a la personalidad de Monty: un simpático canino que se toma todo en broma, generando conversaciones fuera de contexto en medio de la partida.
Vanessa, en cambio, es un poco más seria que Monty, pero eso no evita que le siga la corriente a sus conversaciones disparatadas. La química entre ambos protagonistas es notable, es un dúo que funciona a la perfección en cuanto narrativa, pero también en la cooperación a la hora de combatir.
La historia de Obey Me es regular. Al comienzo podemos estar a la expectativa de qué les sucederá a Vanesa y Monty, por qué se les encomendó una misión a ellos y quiénes son los enemigos que buscan derrotar. Pero el desarrollo se torna lento, manteniendo un enganche por la simpatía de los dos personajes principales.
Obey Me despliega una jugabilidad con mecánicas de combate cuerpo a cuerpo, aunque algunas veces se podrán lanzar ataques a la distancia. La cámara adopta una perspectiva panorámica, permitiendo observar una zona ampliada del escenario: enemigos que se acercan, entradas, salidas, objetos de valor.
Los enfrentamientos son rápidos, teniendo que adoptar estrategias distintas dependiendo del grupo de enemigos que se nos abalanza. Tanto Vanessa como Monty irán progresando en sus habilidades a medida que transcurre la aventura. Aprenden nuevos ataques, reciben nuevas armas y obtienen habilidades cada vez más letales.
El videojuego permite acceder a un modo cooperativo donde la química entre ambos personajes muestra su mejor faceta.
Vanessa es la que más debe preocuparse en realizar un buen combate, puesto que puede morir, volviendo al punto de control más cercano. Monty, en cambio, no tiene barra de vida, siendo un personaje secundario que complementa el combate. No obstante, si bien puede parecer que Monty tiene una importancia menor, sus habilidades se unen en armonía a los movimientos de Vanessa. Como ya dijimos, la química entre ellos no solo se expone en la narrativa, sino en el mismo desarrollo jugable.
Hay algunos puntos negativos en la jugabilidad que pueden llegar a desmejorar la experiencia. Vanessa cuenta con una buena cantidad de armas, pero algunas de ellas son notablemente superiores al resto, rompiendo con el equilibrio. Además, a la hora de golpear a los enemigos, no se expone correctamente el impacto. Si bien podemos asegurar que le hemos sacado vida al enemigo, le resta emoción al combate el hecho de no sentir que estamos haciéndolo trizas con nuestro mazo.
Ya pasó más de un mes desde el lanzamiento de Obey Me. Ahora mismo podemos asegurar que en cuanto rendimiento funciona muy bien: la tasa de frames es estable la mayor parte del tiempo y no hay problemas con la carga de texturas. Eso sí, en PlayStation 4 hemos advertido un error molesto: al ingresar a la rama de habilidades, el videojuego se puede congelar, necesitando reiniciar la aplicación para seguir jugando. Esperamos que más adelante se solucione con un parche.
Obey Me nos sumerge en zonas repletas de trampas, enemigos y secretos a descubrir. El diseño recuerda mucho a Devil May Cry al exponer una ciudad moderna que de a poco es consumida por elementos irreconocibles provenientes del infierno. La mezcla de sonido es buena, contribuyendo a la inmersión de los escenarios: las conversaciones de Monty que siempre están de más (pero nos divierte escuchar) y el frenético ritmo de la banda sonora que nos avisa que estamos a punto de entrar en combate.
Los colores que utiliza el videojuego son vibrantes, construyendo escenas sorprendentes en los enfrentamientos con múltiples enemigos: se mezclan celestes, verdes, rojos, amarillos y violetas fluorescentes. Pero surge un problema: Monty se vuelve irreconocible en estos momentos. La cámara siempre sigue a Vanessa, recortando de la pantalla al canino que, además, se camufla entre los personajes en pantalla.
Obey Me no es perfecto, eso está claro. Cuenta con algunos problemas que le restan potencial al título, pero no lo destruyen. En general, la experiencia es más que buena: entre escenarios pintados con colores chillones, enemigos que se nos abalanzan en hordas y el dúo tremendamente simpático de Vanessa y Monty, Obey Me se termina queriendo más de lo que creíamos, sobre todo cuando jugamos en cooperativo. Allí se lo quiere el doble.
Obey Me es un juego de peleas en 3D (Brawler 3D) con modo cooperativo.
- Algo positivo a destacar: Vanessa y Monty, un dúo con enorme simpatía; gran labor artística; combate frenético.
- Algo negativo a destacar: algunos errores técnicos menores; balance de las armas; Monty se pierde en los enemigos o es recortado por la cámara; no hay sensación de impacto.
- Duración: alrededor de 7 horas.
- Rendimiento: bien, aunque presenta algunos fallos técnicos.
- Idioma: inglés (voces), español (textos).
- Accesibilidad: sin opciones.
- Desarrolladora: Error 404.
- Distribuidora: Blowfish Studios.
- Plataformas: PlayStation 4, Xbox One, PC.
- Plataforma de reseña: PlayStation 4 (slim).
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